Dos pizcas de Venganza y una de Sal.

Dos Pizcas de Venganza y una de Sal.

Todo se relata a un preciso instante, pasó tan rápido que sólo pareció que duraba unos segundos, fue tan impredecible, doloroso de una manera indescriptible, hace unas semanas que sucedió pero se siente como si hubiera sido hace unas horas, incluso antes de escribir este relato. Un viernes de Escuela, todo iba según lo planeado; el profesor de Matemáticas pidió la tarea a primera hora, seguido la profesora de Inglés reviso los libros tal como había dicho el día anterior, la maestra de Historia nos puso a leer la lección 13 del libro.

Llegó la hora de receso, mis amigos y yo nos aproximamos a la cafetería a saciar nuestro apetito, recuerdo cuánto dinero llevaba para tal ocasión; 50 pesos solo para poder llenar mi estómago con lo que quisiera, la señora de la cafetería había preparado Esquites (mi platillo preferido). Me di a la aventura de ser de los primeros en llegar para poder alcanzar un vaso de ese manjar, desde la salida del salón se armaron las carreras para llegar primero, todos en sus posiciones de salida y sin piedad empezaron a correr para ver quien llegaba primero, una carrera sin reglas, metiendo los pies para provocar que los demás se tropiecen, empujando para crear caídas sólo para ver quien llega primero. Algunos se dieron la tarea de jugar a mano limpia sin necesidad de accidente alguno, pero los demás no tuvieron compasión. Yo al no tener necesidad de empujar a nadie solo decidí rebasar de manera limpia y justa.

Al haber rebasado a la mitad de los de Secundaria me encuentro con mi némesis la maestra de química, una maestra con poca piedad para con los alumnos, a ella no le importaba la urgencia o la necesidad si no le agradas solo quedaba una opción; aguantar sus malos humores.

No fue necesaria la intervención de ser descortés, ya que el asunto no era contra mí, era contra otros alumnos, los más despreciables, los más ruidosos, los más incumplidos de toda la escuela que ni siquiera los niños de primaria eran tan malcriados, fuera de eso, logre llegar primera por los deliciosos esquites, los pedí con 2 cucharaditas de mayonesa, una pizca de chile en polvo Tajín y queso rallado. Me di a la espera de mis demás compañeros para no almorzar solo. Ya que mis amigos tenían su comida cada uno de ellos nos encaminamos al salón de regreso de aquellos alumnos. Únicamente la mitad alcanzó, así que tomaron rencor provocando así una gran catástrofe.

Un chico que yo consideraba mi amigo y repito consideraba mi amigo, me preguntó por la hora, cuando me volteo para ver mi reloj decidió golpear mi mano tirando así mi vaso con Esquites. ¿Qué hice? Me enoje demasiado como para tomar el rencor de escribir un cuento acerca de la gran tragedia, en ese instante lo único que pensé fue; ¿Cómo puede haber personas con tanta maldad? ¿Cómo puede haber alguien que solo por enojo tire un vaso de semejante manjar?

Me di a la tarea de pensar en una venganza tan dulce que me empalague, tan fría que el corazón de toda aquella que no quiere a los perros se congele y tan deliciosa que el chef con el paladar más extravagante premie.

¿Pero cómo lograré mi cometido?

Hay un dicho que dice “Persigue y Alcanzarás”, así será, investigando meticulosamente sus estudios, aprendiendo su forma de vida, su manera de hablar, su forma de caminar, investigar donde vive, que come, que le gusta comer antes de cenar, que refresco pide en los tacos, cuál es su torta preferida de las que venden en los puestos, su sabor de helado preferido, el nombre y raza de su perro, cuantos hilos tiene su colcha, etc. Solo para lograr mi cometido se necesita perseverar para alcanzar.

Yo supongo que será de  tal magnitud para poder equivaler a lo que él hizo, será algo fenomenal, será algo tan malo que no tenga perdón, tendrán que crear un 10° círculo del infierno para tal atrocidad, será tan cruel que el rey del infierno será destronado.

¿Qué será?

Su desayuno caerá al suelo, ya sea un delicioso vaso de esquites o una torta de huevo, caerá al igual que sus esperanzas de seguir en esta vida.

Sus esperanzas se esfumaran.

Y mi venganza muy dulce sabrá.

M.A.N.P.