Los clones.

Los clones.

Era un día normal, la lavadora estaba descompuesta y quise salir y jugar, fue muy divertido, imaginaba que la lavadora se transformaba en un auto y se me ocurrió meterme a la lavadora para conducir mi espectacular auto, me metí y mi perrito llegó y por accidente se acostó donde estaban los botones para prender la lavadora y trate de detenerlo pero no pude, vi un espiral que se acercaba a mí y de repente vi a una  persona igual a mí, era un clon, me pellizque porque pensé que estaba soñando pero no desperté, me salí rápido de la lavadora junto con mi clon y por un momento pensé que era un espejo, pero no.

Me metí a mi casa muy asustada y deje afuera a mi clon, no quería decirle a mi mamá porque ella no sabía que había salido para jugar con la lavadora y temí que me regañara. Me subí  a la recámara y me comenzó a picar la nariz, estornudé y como que me maree. De repente, abrí la puerta de mi recámara y ahí había otro clon. Yo no tenía explicación para esto, mi mamá me habló, encerré al clon y fui con mi mamá que quería que le ayudara con la comida, me apuré y después fui a mi recámara, estaba hecho un desastre. Me enoje mucho con el clon y trate de tranquilizarme. Sigilosamente, fui a ver al otro clon, ella por suerte era tranquila, reuní a los dos clones y los encerré en la azotea.

Más tarde fui al supermercado y después de unas horas volví.  La azotea estaba totalmente despedazada, recogí el cataclismo y me puse a buscar en internet como eliminar los clones y descubrí que entre más clones hiciera menos durarían, entonces busqué como hacer más clones, en eso volví a sentir picazón en mi nariz y volví a ver el espiral que se acercaba a mí, de pronto me vino la idea que se iba a crear otro clon y no me equivoque, el clon salió de mí, al principio me preocupe, pero después recordé que se iban a eliminar más rápido.

El primer clon se sintió cansado, me puse muy feliz y trate de volver a estornudar pero no pude, agarre una pluma que estaba en  mi atrapasueños y me la puse en la nariz, estornudé y salió otro clon , fui corriendo a la azotea y el primer clon había desaparecido, me puse muy feliz porque el otro clon también ya se estaba durmiendo y volví a estornudar y por primera vez vi cómo se desvanecía entre la nada el clon, sentí una liberación muy grande al ver que ya no había tantos clones, quise hacer más pero al otro día tenía escuela y no sabía que iba a hacer con tantos clones. Dormí tranquila, porque los encerré en mi recamara y se durmieron al igual que yo.

Al día siguiente me cambié y traté de no despertar a nadie y las deje encerradas. Salí como cualquier mañana. Me fui a la escuela y les conté a unas amigas lo que me estaba pasando, ellas por supuesto no me creyeron. Así paso la mitad del día hasta que vi llegar a una de mis clones y le dije a mis amigas y casi se desmayan, cuando se recuperaron de la impresión  les pedí que cuidaran  a mi clon y me puse una bufanda en la cabeza para que nadie me reconociera, pero no funciono porque otras compañeras también se enteraron.

Todo el día trate de esconderme de todos, no sabía que hacer, pero después se me ocurrió que lo mejor era irme a casa y les dije a mis amigas que cuando terminaran las clases fueran a mi casa para hacer más clones y desaparecerlos.
 

Yo no sabía lo que pasaría con mi clon, no sabía si actuaba igual que yo, todo parecía una pesadilla de la cual no podía despertar, cada segundo se me hacía una eternidad y estaba preocupada por la cantidad de problemas en los que me podía meter mi clon.

Por fin llegaron mis amigas, estaba desesperada, no sabía que hacer, porque también me tenía que esconderme de mamá. Cuidadosamente me llevaron a mi recámara, había llegado la hora de hacer más y más clones, mi alma iba descansando cada vez que hacíamos un nuevo clon y a la vez desaparecía otro, sin embargo, con el paso del tiempo  algo muy raro pasó: ¡ya no desaparecían los clones! estaba más angustiada que nunca.

Unas gruesas lágrimas rodaron por mi rostro, y sin que lo notara una densa niebla comenzó a rodearme y entonces me asusté mucho más, no veía nada, sólo pensé que me quedaría toda mi vida con mis clones, que no tendría una vida normal, que quería desaparecer. Poco a poco se empecé a ver el techo de mi recámara, estaba acostada, sentí la suavidad de las sábanas, oí la dulce voz de mi mamá que me decía: “ya dormiste mucho, levántate”, no sabía que pasaba, me estire y me di cuenta que todo había sido un mal sueño.

D.E.G.A